Uno de los puntos del pleno de
ayer fue la fijación de la frecuencia de los plenos ordinarios. Como es
habitual el Partido Popular cumple escrupulosamente con la legislación, fijando
estos en el número mínimo obligatorio para municipios de hasta 5000 habitantes.
Esto es uno cada tres meses.
Nuestra propuesta fue convocar
plenos mensuales. Y la respuesta por parte del equipo de gobierno fue que no había
materia para convocar un pleno mensual. Y que se podían resolver los asuntos
sin necesidad de llegar a pleno. Concedamos por un momento validez a este
argumento. La diferencia radica en que lo que se dice en un despacho a puerta
cerrada, queda en el despacho. Y donde dije digo, digo Diego. ¿A quién me
recuerda esto?
Por el contrario en el pleno
queda reflejado en el acta y es público. Si bien es cierto que no se puede
convocar un pleno cada 20 minutos.
Por otro lado, si Pelayos no
genera volumen de asuntos para mantener un pleno mensual. ¿Por qué justifican
el aumento de las retribuciones con el volumen de trabajo?
Seguro que hay una explicación. Seguro
que nos la van a ofrecer en breve. Y seguro que no va a ser el equipo de
gobierno.
Nosotros comenzamos un nuevo
proyecto recopilando entre los vecinos asuntos que pensamos son dignos de
tratarse en pleno municipal, por su relevancia. En pocos días y aún no hemos
terminado, recopilamos dos folios por las dos caras.
Ofrecimos públicamente en el pleno
a D. Antonio Sin la oportunidad de que fuera él quien convocara un pleno
extraordinario antes de Agosto. Ya que el próximo ordinario no será hasta
septiembre. Y que este pleno fuera un punto de partida tanto para el nuevo
equipo de gobierno como para la oposición. Algo así como un pleno del estado de
la nación pero trasladado a Pelayos. Una vez más propuesta rechazada. El motivo,
la excesiva carga de trabajo que supone un pleno. ¿En qué quedamos? ¿Hay o no
hay materia para llenar los plenos?